Hombro


Hombro
Los Hombros representan la capacidad de cargar la vida, mis emociones y mis materiales. El lado derecho (masculino) representa mi lado activo, mi trabajo, mis decisiones incluso lo recio frente a la autoridad o decisiones imprevistas o necesarias. En cambio el izquierdo, femenino, es mi lado emocional, lo creativo, lo receptivo e incluso mi habilidad de abrirme a las muestras de cariño y todo tipo de sentimientos.

Los hombros enfermos hablan, si sus huesos sufren fractura o lesiones, el conflicto es profundo que puede transformar la vida de ser afrontado, puede llegar hasta la esencia misma de nuestro ser. De ser muscular mis emociones y pensamientos se encuentran encapsulados, aplastados por el peso de la máscara que llevamos.

Al ser lo huesos nuestra estructura más densas representan la estructura del mundo en el cual nos movemos y vivimos. Por eso una lesión en ellos da a entender una necesidad de cambio, nuestros hábitos y realidad se han convertido en una ley que deseamos quebrar, en lo profundo hay un conflicto cuya única salida parece ser un cambio también profundo. Es un tiempo de hacer un alto mental, de revisión y pactar con el pasado un alejamiento, el lado de la fractura o lesión dirá que parte de la vida es necesaria cambiar.

Si se trata de una dislocación su mensaje es un desequilibrio donde no me siento bien con el rumbo o lugar del camino donde me encuentro. La dislocación me enfrenta a la confusión de no sentirme en el lugar o situación más armoniosa, sostenida por mucho tiempo esa confusión es tan dolorosa que apenas se hace consciente. Parece que mi núcleo se ha separado de su centro y me disloca mi lugar en el universo.

Los hombros comunican su movimiento de energía  a los brazos, cada brazo posee los canales de los Nadis o chacra menores de las manos que comunican la energía de mi corazón. Con los brazos  acerco, alejo, amo, defiendo, me defiendo y conecto con las personas y las cosas. Un brazo inmovilizado retiene la expresión del corazón, afectiva emocional del lado izquierdo del lado derecho: de decisiones materiales, confianza en el mundo o en lo que vemos, también acallar el corazón pus no se encuentra eco/base en los demás.

Las estructuras de los hombros y brazos colapsados nos remiten a nuestro empeño de permanecer abrazados y de querer seguir llevando una realidad colapsada que se desintegra ante nosotros. Es el inevitable despertar al cambio, podemos asirnos a lo que creemos constante y seguro, aún sacrificando nuestras estructuras corporales, pero lo que tiene que cambiar tendrá su lugar y sólo será cuestión de cuanto dure la resistencia de nuestro cuerpo y nuestra mente.  Abrirse, soltar, fluir desde la corporeidad dejándonos guiar por las energías de nuestro interior es un acto de valor, a la vez que es un acto de esclarecimiento frente al cambio. Un cambio que a lo mejor tememos pero que ya ha tocado nuestros hombros, inevitable e interior se nos arroja encima.
Molpo 


Ben

Medico Homeópata Naturópata, MTC, Honoris Causa OMSP-UNESCO. Escritor y Guionista.

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